En un mundo globalizado como el de hoy, la identidad personal, social y cultural va perdiendo importancia, debido a la gran cantidad de información que llega desde todos los rincones del mundo, dando lugar finalmente a una poca valoración de nuestra realidad local, debido a que se crean pocos lazos de pertenencia con su entorno. La mayoría de las personas reciben mucha influencia de extranjerismos, y no solo van aceptando propuestas y nuevas tendencias del exterior , sino que las van adaptando y arraigándolas, lo que produce un desplazamiento de su identidad y junto con ello, un desplazamiento de una identidad social, lo que crea un poco aprecio por la cultura local. Por eso es importante crear instancias en que se rescate, valorice y aprecie a grandes personas que son de nuestra región y que de alguna u otra forma han contribuido al desarrollo de nuestra ciudad. Así con espacios como estos se contribuye a valorar lo que sucede en nuestro entorno, contribuyendo al aprecio por las cosas que suceden en nuestra localidad.

Blanca Hauser


Nacida en noviembre de 1906 en Temuco. Estudió en el liceo de esa ciudad, cuando Gabriela Mistral era directora. Por entonces, la futura cantante ya mostraba amor por la música y con frecuencia la directora del establecimiento invitaba a la joven a su casa para escucharla tocar guitarra.

En 1926 Blanca Hauser terminó sus estudios escolares, se trasladó a Santiago e inició los de kinesiología y servicio social. Paralelamente aprendió piano. Comenzó a estudiar canto con Consuelo Guzmán y sus rápidos progresos la llevaron a ofrecer numerosas actuaciones. En 1932 inició su carrera como cantante profesional, cuando presentó, acompañada por la Orquesta Sinfónica de Chile dirigida por Amando Carvajal, "La muerte de amor" de Tristan und Isolde de Wagner. Ese mismo año interpreta  partes de Eva (Die Meistersinger von Nürnberg) y Elsa (Lohengrin), instalándose en la vida musical chilena como la más importante soprano wagneriana local. Al año siguiente hizo sus primeras incursiones como cantante lírica, al participar en la Temporada Oficial de Opera del Teatro Municipal. Interpretó los papeles femeninos principales de Tosca, La bohème, Otello, Aïda y Lohengrin. En ese mismo año comenzó su carrera internacional, al ser invitada para participar en la Temporada Lírica del Teatro Municipal de Lima. Desde ese momento se multiplicaron las actuaciones de nuestra soprano dramática, tanto en Chile y como en el exterior. Además se perfeccionó en Alemania e Italia. 


Actuaron junto a ella grandes figuras de la lírica mundial, tales como Lauritz Melchior, Ramón Vinay, Renato Zanelli, Lidia Kindermann, Norman Gordon, Conchita Velásquez, Ferruccio Tagliavini, Antonio Salvarezza y muchos más. Cantó bajo la batuta de renombrados directores de orquesta, entre ellos de su segundo esposo, Armando Carvajal, fundador y primer director titular de la Orquesta Sinfónica de Chile y hombre clave en el desarrollo de la música chilena a partir de los años 20. Al nombre de Carvajal se deben sumar los de distinguidos maestros extranjeros: Erich Kleiber, Fritz Busch, Juan José Castro, Theo Buchwald, Hans Bornum, Joseph Böhm y otros. En Europa grabó numerosos discos en varios países y en ellos incluyó un muy vasto repertorio que alcanza hasta el folclore chileno, acompañándose de guitarra. 


Ejerció la docencia en Chile, y por muchos años, en Perú y Ecuador. En este último país dictó clases hasta poco antes de su muerte.

1 comentario:

  1. Por casualidad tienen algún dato sobre sus padres, necesito saber de ese tema, para poder saber más de mis antepasados.

    Atte.

    David Alarcón Bart

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